El Collage

por **ana maria** Vie 02 Mayo 2014, 00:00

El Collage
Los niños siempre nos sorprenden y los no tan niños tambien. La vida nos da sorpresas y por que no a veces la muerte se da ese lujo.
Cuando mi padre enfermo la vida de toda la familia cambio y se tiño de un gris que hasta ese momento no habíamos conocido.No solo sus cinco hijos sufrimos mucho, sino sus nietos y también ellos-- de diferentes edades-- cargaron con dignidad y un inmenso amor la cruz que nos tocaba.
Mi padre tenia ocho nietos, dos muy pequeños, dos adultos y cuatro que oscilan entre los once y diecisiete años.
Sabíamos que o había un mañana, una esperanza, una cura, que de un momento a otro deberíamos despedirnos de el. Me pregunte muchas veces como reaccionaria ese día y también me pregunte como reaccionarían mis hijos y mis sobrinos.
Mi padre murió en paz un domingo por la mañana y con el sufrimiento a cuestas había que cumplir con los rituales del caso. Seria el primer velatorio al que asistirían mis hijos y mis sobrinos. Me preguntaba que sentirían ellos en ese espacio donde la muere parece, solo parece, hacerse mas presente y mas vivida por contradictoria que parezca.
Mientras esperabamos la hora de ir a la sala velatoria, con la penita en los ojos y el dolor instalado en el corazon, mis dos hijos y mis dos sobrinos comenzaron a juntar fotos de su abuelo. otos hermosas en la que estaban juntos o en las que estaba mi padre con algunos de todos nosotros. Fotos que mostraban el alma de mi familia, momentos irrepetibles, bendiciones que nos fue dando la vida.
Necesito tijera, cartulina y cinta adhesiva - me dijo mi hijo menor.
Por un momento pensé en preguntarle que iba a hacer, en decirle que no era momento de manualidades, pero sentí que no debía interferir, que debía dejarle hacer lo que ellos cuatro habían ideado.
Con todos los materiales a cuestas, el dolor y la incertidumbre de saber como reaccionarían mis hijos y sobrinos, entramos a la sala velatoria.
Ni bien entramos fue inevitable perdelos de vista para abrazarme a mi madre y a mis hermanos, para comenzar a agradecer tanto cariño que parecía en parte aliviar el dolor. Cuando busque a mis hijos y sobrinos,encontré un milagro. Uno de esos milagros pequeños, si es que los hay, con que Dios salpica nuestra vida. No vi cuatro chicos con caras tristes o impresionadas por ver a su abuelo en un cajón, vi cuatro chicos trabajando en una mesa con una cartulina blanca, cortando y pegando fotos, escribiendo frases de cariño para esa persona que tanto habían amado.
Trabajaban con alegría y el entusiasmo que solo puede dar un profundo amor, ese collage era un homenaje a su abuelo, debía quedar bonita , debía tener colores, debían expresar cuanto lo querían.
La escena era mágica, ellos manejaban mejor la situación que cualquiera de nosotros. Cortaron, pegaron , escribieron y por sobre todo volcaron en esa cartulina una lección de amor. De vez en cuando se detenían para darle un beso a su abuelo y volvían a su trabajo.
Cuando terminaron, orgullosos y felices, entre los cuatro tomaron el collage y olo pegaron al lado del cajón donde reposaba el cuerpo de mi padre. Jamas me hubiera imaginado ver una cartulina pegada al lado de un cajón y ahí me di cuenta cuan pequeña puede ser nuestra capacidad de imaginar.
La dimensión del amor, del verdadero amor traspasa la edad , el contexto, el dolor mismo y no me queda dudas, la muerte también.
Nunca pensé que algo pudiera darle belleza a un velorio, jamas imagine que algo de lo que allí pudiese suceder me dejase un recuerdo imborrable, una vez mas me equivoque.
Esa imagen de cuatro nietos trabajando con alegría para honrar a su abuelo, es de lo mas bello que pude haber visto y veré. Era la mas bella de las despedidas, el mas hermoso de los homenajes y sin dudas, una lección de amor. Ese collage hoy esta pegado en la habitación donde mi padre trabajaba, donde pasaba la mayor parte de su dia. Sin embargo, aunque podamos verlo y tocarlo, la esencia de ese collage y el amor con qe fue hecho esta en el cielo con el. Estoy segura que mi padre feliz, liviano y pleno repasa momento a momento cada una de esas fotos.; agradeciendo al Señor que esta a su lado, esos cuatro amores que le diese en vida

Castello Liana

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