Hasta ahora sus 261 usuarios han escrito 544026 temas en los 975 foros que existen.
Tu Invitado, has escrito 0 posts desde que te registraste el .
Conectarse
Últimos temas
Miembros que empiezan más temas
ana maria | ||||
eli | ||||
Selina | ||||
Patito 58 | ||||
Anuky | ||||
Julian el angelito | ||||
sunsi-julian | ||||
*Alma* | ||||
sandybell | ||||
Anjana 1 |
Cuento de Navidad
SIEMPRE LIBRE EL CASTILLO DE LOS GLITTERS Y GIFS ANIMADOS ::
:: Puente Levadizo--Temas no Gifs :: Biblioteca :: .·:*¨¨* ≈☆≈ *¨¨*:·.Cuentos De Navidad.·:*¨¨* ≈☆≈ *¨¨*:·.
Página 1 de 1.
Cuento de Navidad
Cuento de Navidad
Ray Bradbury
El día siguiente sería Navidad y, mientras los tres se dirigían a la estación de naves espaciales, el padre y la madre estaban preocupados. Era el primer vuelo que el niño realizaría por el espacio, su primer viaje en cohete, y deseaban que fuera lo más agradable posible. Cuando en la aduana los obligaron a dejar el regalo porque pasaba unos pocos kilos del peso máximo permitido y el arbolito con sus hermosas velas blancas, sintieron que les quitaban algo muy importante para celebrar esa fiesta. El niño esperaba a sus padres en la terminal. Cuando éstos llegaron, murmuraban algo contra los oficiales interplanetarios. Ray Bradbury
-¿Qué haremos?
-Nada, ¿qué podemos hacer?
-¡Al niño le hacía tanta ilusión el árbol!
La sirena aulló, y los pasajeros fueron hacia el cohete de Marte. La madre y el padre fueron los últimos en entrar. El niño iba entre ellos, pálido y silencioso.
-Ya se me ocurrirá algo -dijo el padre.
-¿Qué...? -preguntó el niño.
El cohete despegó y se lanzó hacia arriba al espacio oscuro. Lanzó una estela de fuego y dejó atrás la Tierra, un 24 de diciembre de 2052, para dirigirse a un lugar donde no había tiempo, donde no había meses, ni años, ni horas. Los pasajeros durmieron durante el resto del primer "día". Cerca de medianoche, hora terráquea según sus relojes neoyorquinos, el niño despertó y dijo:
-Quiero mirar por el ojo de buey.
-Todavía no -dijo el padre-. Más tarde.
-Quiero ver dónde estamos y a dónde vamos.
-Espera un poco -dijo el padre.
El padre había estado despierto, volviéndose a un lado y a otro, pensando en la fiesta de Navidad, en los regalos y en el árbol con sus velas blancas que había tenido que dejar en la aduana. Al fin creyó haber encontrado una idea que, si daba resultado, haría que el viaje fuera feliz y maravilloso.
-Hijo mío -dijo-, dentro de medía hora será Navidad.
La madre lo miró consternada; había esperado que de algún modo el niño lo olvidaría.
El rostro del pequeño se iluminó; le temblaron los labios.
-Sí, ya lo sé. ¿Tendré un regalo? ¿Tendré un árbol? Me lo prometieron.
-Sí, sí. todo eso y mucho más -dijo el padre.
-Pero... -empezó a decir la madre.
-Sí -dijo el padre-. Sí, de veras. Todo eso y más, mucho más. Perdón, un momento.
Vuelvo pronto.
Los dejó solos unos veinte minutos. Cuando regresó, sonreía.
-Ya es casi la hora.
-¿Puedo tener un reloj? -preguntó el niño.
Le dieron el reloj, y el niño lo sostuvo entre los dedos: un resto del tiempo arrastrado por el fuego, el silencio y el momento insensible.
-¡Navidad! ¡Ya es Navidad! ¿Dónde está mi regalo?
-Ven, vamos a verlo -dijo el padre, y tomó al niño de la mano.
Salieron de la cabina, cruzaron el pasillo y subieron por una rampa. La madre los seguía.
-No entiendo.
-Ya lo entenderás -dijo el padre-. Hemos llegado.
Se detuvieron frente a una puerta cerrada que daba a una cabina. El padre llamó tres veces y luego dos, empleando un código. La puerta se abrió, llegó luz desde la cabina, y se oyó un murmullo de voces.
-Entra, hijo.
-Está oscuro.
-No tengas miedo, te llevaré de la mano. Entra, mamá.
Entraron en el cuarto y la puerta se cerró; el cuarto realmente estaba muy oscuro.
Ante ellos se abría un inmenso ojo de vidrio, el ojo de buey, una ventana de metro y medio de alto por dos de ancho, por la cual podían ver el espacio. El niño se quedó sin aliento, maravillado. Detrás, el padre y la madre contemplaron el espectáculo, y entonces, en la oscuridad del cuarto, varias personas se pusieron a cantar.
-Feliz Navidad, hijo -dijo el padre.
Resonaron los viejos y familiares villancicos; el niño avanzó lentamente y aplastó la nariz contra el frío vidrio del ojo de buey. Y allí se quedó largo rato, simplemente mirando el espacio, la noche profunda y el resplandor, el resplandor de cien mil millones de maravillosas velas blancas.
Última edición por Nelise el Miér 18 Jun 2014, 15:29, editado 1 vez
Selina- ♕-Princesa
- Mensajes : 30243
Inscripción : 12/11/2013
Localización : Málaga
Cuento de Navidad
El Regalo de Año Nuevo
Dinah es una de las niñas más bondadosas que han existido, pero es muy, muy perezosa. No hay nada que le guste más que acurrucarse en un rincón cálido bajo el sol y no hacer nada.
La mamá de Dinah deseaba mucho que su hija aprendiera a leer, pero la señora que trató de enseñarle pronto se dio por vencida. "No sirve de nada", dijo, "Dinah no va a aprender. No es tonta, pero es demasiado perezosa para cualquier cosa".
Y sucedió que, poco después de esto, un joven de Massachusetts llegó a la casa donde vivía Dinah. Trajo consigo algo que nadie en el barrio había visto antes - un par de patines.
Cuando Dinah vio al joven correr sobre sus patines de un lado al otro de la plaza quedó tan sorprendida que casi no sabía qué pensar. Ella corría tras él como un gato, sus ojos negros brillando como nunca antes habían brillado.
Un día el joven le permitió probar los patines. La niña estaba muy feliz y agradecida. Por supuesto, se caía y revolcaba sobre el piso, pero no le importaba para nada.
"Mira, Dinah", dijo el joven, "Sé que mi tía ha estado tratando de enseñarte a leer".
Dinah respondió que por cierto lo había hecho.
"¿Por qué no has aprendido?" - preguntó el joven. "No tienes que molestarse en responder," dijo él, "era sólo porque eres demasiado perezosa. Ahora bien, si para el primero de enero, tú aprendes a leer, te digo lo que voy a hacer. Te enviaré el mejor par de patines que pueda comprar en Boston".
Qué enormes se abrieron los ojos de Dinah. Por un momento no dijo nada, pero luego exclamó decididamente: "Claro que voy a tener esos patines".
Y así lo hizo. Cuando Dinah se concentraba en su trabajo siempre podía hacerlo bien, no importa lo que fuera.
La señora a quien antes Dinah le había resultado una niña de tan difícil aprendizaje, ahora no tenía problemas. Ante la más mínima señal de pereza, la palabra PATINES era más que suficiente para hacerla concentrar instantáneamente en su lección.
En la mañana de Año Nuevo, ella recibió un caja rotulada en grandes letras de imprenta:
SEÑORITA DINAH MORRIS,
Para entregar a: Sra. Lawrence Delaney,
NEW ORLEANS, LA.
Si ella puede leer lo que está en el exterior de esta caja,
entonces puede quedarse con lo que contiene.
Y como Dinah leyó cada palabra con claridad y rapidez, por supuesto obtuvo los hermosos patines que la caja contenía. Y ahora, sentarse acurrucada al sol sin hacer otra cosa, no es precisamente lo que más le gusta hacer.
Dinah es una de las niñas más bondadosas que han existido, pero es muy, muy perezosa. No hay nada que le guste más que acurrucarse en un rincón cálido bajo el sol y no hacer nada.
La mamá de Dinah deseaba mucho que su hija aprendiera a leer, pero la señora que trató de enseñarle pronto se dio por vencida. "No sirve de nada", dijo, "Dinah no va a aprender. No es tonta, pero es demasiado perezosa para cualquier cosa".
Y sucedió que, poco después de esto, un joven de Massachusetts llegó a la casa donde vivía Dinah. Trajo consigo algo que nadie en el barrio había visto antes - un par de patines.
Cuando Dinah vio al joven correr sobre sus patines de un lado al otro de la plaza quedó tan sorprendida que casi no sabía qué pensar. Ella corría tras él como un gato, sus ojos negros brillando como nunca antes habían brillado.
Un día el joven le permitió probar los patines. La niña estaba muy feliz y agradecida. Por supuesto, se caía y revolcaba sobre el piso, pero no le importaba para nada.
"Mira, Dinah", dijo el joven, "Sé que mi tía ha estado tratando de enseñarte a leer".
Dinah respondió que por cierto lo había hecho.
"¿Por qué no has aprendido?" - preguntó el joven. "No tienes que molestarse en responder," dijo él, "era sólo porque eres demasiado perezosa. Ahora bien, si para el primero de enero, tú aprendes a leer, te digo lo que voy a hacer. Te enviaré el mejor par de patines que pueda comprar en Boston".
Qué enormes se abrieron los ojos de Dinah. Por un momento no dijo nada, pero luego exclamó decididamente: "Claro que voy a tener esos patines".
Y así lo hizo. Cuando Dinah se concentraba en su trabajo siempre podía hacerlo bien, no importa lo que fuera.
La señora a quien antes Dinah le había resultado una niña de tan difícil aprendizaje, ahora no tenía problemas. Ante la más mínima señal de pereza, la palabra PATINES era más que suficiente para hacerla concentrar instantáneamente en su lección.
En la mañana de Año Nuevo, ella recibió un caja rotulada en grandes letras de imprenta:
SEÑORITA DINAH MORRIS,
Para entregar a: Sra. Lawrence Delaney,
NEW ORLEANS, LA.
Si ella puede leer lo que está en el exterior de esta caja,
entonces puede quedarse con lo que contiene.
Y como Dinah leyó cada palabra con claridad y rapidez, por supuesto obtuvo los hermosos patines que la caja contenía. Y ahora, sentarse acurrucada al sol sin hacer otra cosa, no es precisamente lo que más le gusta hacer.
Selina- ♕-Princesa
- Mensajes : 30243
Inscripción : 12/11/2013
Localización : Málaga
Temas similares
» Cuento de Navidad
» Cuento de Navidad
» Cuento de Navidad
» cuento de navidad de pablo coelho
» Cuento de navidad
» Cuento de Navidad
» Cuento de Navidad
» cuento de navidad de pablo coelho
» Cuento de navidad
SIEMPRE LIBRE EL CASTILLO DE LOS GLITTERS Y GIFS ANIMADOS ::
:: Puente Levadizo--Temas no Gifs :: Biblioteca :: .·:*¨¨* ≈☆≈ *¨¨*:·.Cuentos De Navidad.·:*¨¨* ≈☆≈ *¨¨*:·.
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
|
|
Hoy a las 12:35 por ana maria
» Envejecer con Dignidad
Hoy a las 12:28 por ana maria
» Soñar con un Beso
Hoy a las 12:24 por ana maria
» Personas Mágicas
Ayer a las 12:41 por ana maria
» El Perrito
Ayer a las 12:33 por ana maria
» Como Componer el Mundo
Ayer a las 12:30 por ana maria
» Zapatos Rojos
Miér 17 Abr 2024, 12:01 por ana maria
» Pastor Aleman
Miér 17 Abr 2024, 11:55 por ana maria
» Aunque me....
Miér 17 Abr 2024, 11:51 por ana maria
» Buen Día- Besitos
Mar 16 Abr 2024, 16:56 por ana maria