Refranes sobre la Belleza

Al que feo ama, bonita le parece.


Fea con gracia, mejor que necia y guapa.


La belleza está en los ojos de quien mira.


La belleza más divina, también defeca y orina.


La belleza y la tontería van siempre en compañía


La belleza y lozanía, son flores de un solo día.


La bonita es más bonita, con la cara lavadita.

La bonita hace dinero, con sólo mostrar el cuero.


La cara bonita y la intención maldita.


La fea graciosa vale más que la bonita sosa.


La muchacha que es bonita, afeites no necesita.


La belleza entra por la boca.



Más bonita es la belleza, con algo entre la cabeza.


Ni bonita que admire, ni fea que espante.

No hay bonita sin "pero", ni fea sin gracia.


No hay fea con gracia, ni bonita con su defecto.


Tan bonita la dentadura y tan mala la pronunciación.


La hermosura que se acompaña con la honestidad es hermosura, y la que no, no es más que un buen parecer.


La belleza, sin necesidad de valedores, persuade por sí misma los ojos de los hombres.


La gracia, más bella aún que la belleza.

Lo que en la bonita es gracia, en la fea es desgracia.


Quien con verde se atreve, por guapa se tiene.


La belleza que atrae rara vez coincide con la belleza que enamora.


La belleza, como el dolor, hace sufrir.


Cosa bella mortal pasa y no dura.

La belleza perece en la vida pero es inmortal en el arte.


La belleza no hace feliz al que la posee, sino a quien puede amarla y adorarla


La belleza no hace feliz al que la posee, sino a quien puede amarla y adorarla


Mi propia posición en el cielo con relación al Sol no debe hacerme encontrar menos bella la aurora.


Al cabo de los años he observado que la belleza, como la felicidad, es frecuente. No pasa un día en que no estemos, un instante, en el paraíso.

Ámase por deleite a la belleza, y a la virtud, por soberana alteza.


Si quitáis de nuestro corazón el amor de lo bello, nos quitáis todo el encanto de vivir.


Haciendo el bien, nutrimos la planta divina de la humanidad; formando la belleza, esparcimos las semillas de lo divino.


Mira dos veces para ver lo justo. No mires más que una vez para ver lo bello.