Como duermen las jirafas

¿Te has preguntado alguna vez cómo duermen las jirafas? Las jirafas adultas tienen unas necesidades de sueño increíblemente bajas: entre una y dos horas diarias en lapsos de no más de 5-7 minutos seguidos durante la noche, tan poco tiempo que es normal que rara vez las veamos dormidas.

Y lo suelen hacer paradas, de pie, pues la altura es la principal defensa contra sus depredadores. Sin embargo, también pueden dormir recostadas sobre sus patas y haciendo un arco con su cuello, sobre todo en la seguridad de la cautividad y los zoológicos, donde este sueño puede alargarse hasta las 4-5 horas, también en lapsos de tiempo de 1 a 35 minutos.

En esta posición es como suelen dormir las crías de jirafa cuando son jóvenes y se siente protegidas por su madre.

Este sueño lo han estudiado investigadores del Instituto de Farmacología de la Universidad de Zurich y han concluido que las fases intermitentes de esos cortos “sueños profundos” mientras están acostadas se caracterizan porque las jirafas doblan el cuello hacia atrás y apoyan su cabeza en la cadera o el muslo, una posición que se cree que indican el sueño paradójico, una fase del sueño en la que los ojos se mueven rápidamente (también se llama sueño REM (Rapid Eye Movement).

Ese es el momento en que el individuo está más relajado y donde pueden producirse fenómenos de ensoñación (sí, las jirafas también sueñan), aunque es relativamente fácil despertarlas.

Sin embargo, esa posición no es la mejor a la hora de dormir para un animal de esas características, debido a que la elevación de la cabeza puede estar por debajo del corazón, y la sangre bombeada puede acumularse en ella, pudiendo provocar un accidente cerebrovascular.

Aún así, las jirafas son un prodigio de la evolución y pueden dormir tranquilas recostadas en esta insólita posición. Y es que el corazón de una jirafa es bastante grande (puede pesar 10 kilos y llegar a los 60 cm de largo) para bombear la sangre a la cabeza del animal por su largo cuello.

También cuentan con una ayuda: una serie de válvulas especiales que regulan el flujo sanguíneo y que se apoyan en una red especial de los vasos sanguíneos elásticos en la base del cerebro, un complejo esponjoso de pequeñas arterias y venas que se agrandan considerablemente para reducir la presión, mientras las válvulas de cierre en la vena yugular impiden que la sangre del cuello fluya atrás hacía la cabeza.