y si te doy un beso, que ?

por **ana maria** Lun 24 Ago 2020, 17:45

y si te beso, que?

Cuando te tenga frente a mí, casi sintiendo tu respiración sobre mi rostro, te juro que te sujetare del cuello con mis manos y lentamente te iré llevando hasta mi boca, no te podrás resistir a ella ni aquello que se oculta atrás de mis dientes, mi lengua se aferrara a la tuya con fuerza dejándote sin aliento. Y poco a poco saborearas el néctar del misterio que la envuelve.

Prometo no morder tus labios, aunque lo desee desde el fondo de mí ser, mis besos intentaran seducirte sutilmente con un toque de seducción. Créeme que lo disfrutaras tanto como yo al hacerlo. Eres tan dulce como un helado de vainilla, y tentador como un oasis en medio del desierto.

No poder seguir esperando, odio la espera, es ahora o nunca, no me importara arriesgarme por un beso tuyo, así sea robado o permitido no me quedare con las ganas de besarte.

¡Maldición! y qué si lo hago. ¿Te sorprenderá a caso mi acto?, ¿te gustara mi forma de besar? O ¿tal vez tus labios rechazaran los míos?

-¡Ana! ¿Qué tanto escribes en ese viejo cuaderno? Me pregunta Alejandro, arrebatándomelo de las manos.

Analizo su cara de sorpresa mientras lee cada línea plasmada en aquel viejo cuaderno, en donde escribo sobre mis pensamientos y emociones.

Al terminar de leer, lo cierra y luego me lo entrega en las manos. quedando fijamente sus ojos sobre mí.

-¿realmente yo te inspiro todas esas cosas? Me pregunta con ojos brillantes. -¿y que te hace pensar que se trata de ti? Le pregunto con inocencia.

-porque esas mismas cosas también me inspiras tú. Me dice aproximándose hacia mí.

-Aquí me tienes frente a ti, percibiendo mi respiración sobre tu rostro, ¿Qué esperas para sujetar mi cuello con tus manos? estoy ansioso de probar ese néctar de misterio que envuelve a tu lengua.

Le sujeto el cuello con mis manos, y lo llevo hasta mi boca, besarlo me produjo una sensación excitante y placentera. Prácticamente me cedió el control de la situación.

Tanto él como yo estábamos disfrutando del momento. Nos besábamos como si fuera el primero y último de los besos. No me aguante y por impulso mordí sus deliciosos y palpitantes labios. Las lenguas acariciándose dentro de nuestras bocas sin ánimos de separarse la una de la otra.

Ambos nos separamos y nos quedamos mirando a los ojos, como dos locos enamorados. Después de esto. Omití las tres preguntas que me había formulado al final de mi escrito. Ya no había ningún lugar para ellas. Ahora Alejandro y yo éramos los únicos que ocupábamos ese lugar.

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