Efecto Mozart. Carta 2 1993

por **ana maria** Jue 28 Ene 2021, 17:33

EL EFECTO MOZART. CARTA 2. 1993

Mi buen Andrés

Hace un año que no te escribo, y es que mis investigaciones están dando su fruto. Aquellas de las que te hablé en aquella carta, no, por supuesto, ya que la investigación avanzó hacia otros derroteros. Y han sido estos lo que me han mostrado los mayores resultados. Junto a esta carta te envío los datos de cada uno de los ratones en los que he investigado: trescientos veintidós. ¿Pocos? No lo creo, ya que he obtenido una media de resultados de un 90%.

Esto quiere decir que, casi todos los ratones expuestos a la música de nuestro misterioso Mozart, han cambiado radicalmente. De una inteligencia normal para resolver soluciones simples han pasado a incrementar su nivel facultativo y han desarrollado una intuición prodigiosa. A veces me da la impresión de que me leen el pensamiento.

Vaya, qué locura dirás. Pues sí, aunque mis quebraduras de cabeza me han dado los muy enanos. Las tablas también muestran su grado de independencia con respecto al grupo. Y un hecho que no he apuntado en el informe, pero que me impresionó mucho fue cuando junté a todos los ratones en un recinto cerrado. Todos los que mejoraron con la música del genio parecían actuar en conjunto, mientras que los que no mostraron cambios significativos se aislaban del resto.

Andrés, sabes lo importante que es este trabajo para mí, y los años que he dedicado a esto, pero no puedo dejar el trabajo por una simple pelea de ratones. En extrañas circunstancias, eso sí, pero no me puedo frenar por ello. Es sólo un parámetro más en la lista, ya que los ratones superdotados atacaron por la noche al resto, comiéndoselos.

Cuando llegué por la mañana al laboratorio y me encontré un recinto impregnado de sangre, se me heló el corazón al ver a todos los ratones esperarme, mirándome todos impacientes cuando aparecí ante ellos, escudriñando mi mente, o mis ojos, o intentando comprenderme.

Aquello no era un acto instintivo: lo vi en la manera en que me miraban, todos ellos, uno a uno, con esos ojos rojos y agitando sus hocicos, seres que he creado y que me apresuré a destruir.

Esta es la parte de la investigación que más me dolió, pues aunque no fue un fracaso, me llenó de pavor. Según esta premisa puedo aventurar que la música influye notablemente en un cierto número de sujetos, y que, bien sea porque potencializa los instintos o porque les provee de un potencial el cual les desborda totalmente, aquellos animalillos acabaron con los que no eran como ellos.

Pero seguiré investigando. Y esta vez lo haré con ratones encintas. Quiero saber cómo afecta la música a la progenie. Quisiera que no lo hicieran como los anteriores. Al menos rezo por ello.
Hasta la próxima,
tu amigo.

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