Un foco estimulante

A partir de exactamente la misma situación, dos personas distintas pueden conseguir resultados considerablemente diferentes.

¿Por qué?

Porque los resultados que alcanzas no quedan determinados por la situación ante la que te encuentras. Los resultados que alcanzas dependerán de aquello en lo que decidas enfocarte.

Si te concentras en todas las cosas que podrían salir mal, tu mente encontrará la manera de hacer que esas cosas realmente sucedan. Pero no es lo que tú quieres, ¿verdad?

En cambio, date a ti mismo un foco que te estimule. Asegura tu foco apuntando firmemente a las oportunidades, concretas y positivas.

Piensa con gran nivel de detalle en los resultados positivos, buenos y valiosos. Sin dudar ni cuestionar, tu mente empezará a buscar maneras realistas, factibles, de hacer que esas cosas buenas ocurran.

Guía tu foco cuidadosa e intencionadamente en dirección al mejor lugar que puedas llegar a imaginar.

 Y tu foco te llevará, a su vez, hacia allí.