El amor antes, durante y despues de la lluvia

Él la miraba caminar todos los días a través del enorme ventanal de su trabajo, pero no había tenido oportunidad de hablarle, pues ella pasaba de prisa y él estaba ocupado la mayor parte del tiempo, a pesar de tal impedimento, se sentía ya enamorado.

El día que la vio correr desesperada bajo la lluvia, intentando no mojarse demasiado, no le importó nada más, trajo a uno de sus compañeros y lo puso en el mostrador de la tienda, para después salir corriendo con una caja en la mano, esperando auxiliar a la bella chica antes de que se empapara.


Después de darle las buenas tardes, alzó la caja sobre su cabeza impidiendo que siguiera mojándose, ella asintió con una sonrisa, luego lo invitó a refugiarse con ella, para ahorrarle el inesperado baño, el albergue temporal resultaba muy pequeño para ambos, aunque esto no fue hecho a propósito, les brindó cierta cercanía.


Él se perdía en aquellos grandes ojos oscuros, impedido para pronunciar palabra, mientras ella lanzaba una pregunta tras otra sin obtener respuesta. Descubrieron así el nerviosismo del otro, y comenzaron a reír.


Intentaban no mirarse directo a los ojos, pero era prácticamente imposible en tan poco espacio, así como sus miradas se cruzaban, también lo hacían sus labios, y no pudieron evitar que buscaran un beso…no había tiempo de pensar, solo se dejaron llevar, uno frente al otro no existía nada más en el mundo que ese momento, su bocas podían sentirse en una tierna caricia, pero al momento del contacto, el cartón sobre sus cabezas cedió ante las inclemencias del tiempo, derramando sobre ellos una gran cantidad de agua, pero tan fundidos estaban en su beso, que ni siquiera pudieron notarlo.


Ahora su actividad romántica favorita es revivir ese encuentro bajo la lluvia.