La Chica del Cuadro

La Chica del Cuadro

El trabajo del joven pintor, fue rechazado en cada galería a causa de la falta de talento. Sin embargo, quería estar en el mundo del arte de alguna forma, así que terminó aceptando un puesto en el área de intendencia en su sala de exhibición preferida.

Ahí admiraba cada obra, y cuando nadie lo veía, deslizaba suavemente los dedos por los lienzos, manteniendo los ojos cerrados, como si pudiera así, darle vida a la pintura con su imaginación. Esta actividad se volvió más frecuente con un dibujo en el cual se veía una chica de mirada triste y cuerpo encorvado, caminando hacia la nada. En varias ocasiones, lo encontraron a punto de besarla, así que tuvieron que despedirlo.


Pero la medida no bastó para tenerlo lejos. Algo magnético tenía esa mujer, que le hacía perder la razón e intentar mil cosas para estar cerca. En su desesperación, rompió una noche los cristales de la galería, y fue directamente a abrazar la pintura.

Cuando la policía atendió el llamado de las alarmas, a parte de los vidrios rotos, no encontraron nada extraño, pero al arribo de la encargada de la galería, todos cayeron en asombro. Efectivamente ninguna de las obras faltaba, pero la imagen de la chica ya no se encontraba en la pintura. El lienzo no estaba recortado, ni modificado, solo había un gran hueco blanco en lugar de la mujer, como si nunca hubiese sido pintada…


Tachando a la administradora de loca, le siguieron hasta la oficina para hablar con calma, pues lo que decía no tenía sentido y, después de un terrible grito ahogado en la sala contigua volvieron todos ante la pintura… la escena era aún más increíble que la primera, el pobrecillo pintor fracasado, aparecía dentro del boceto, con una expresión de espanto y dolor tan bien definida que algunos voltearon el rostro para no verla.

Además su cuerpo estaba lastimado, parecía que fue cortado para calzar en la silueta dejada por la muchacha… al analizar con mayor detalle, encontraron rastros de piel y sangre en los bordes, como si el mismo óleo hubiese actuado a manera de rastrillo, para remover el exceso de carne y hacerlo tomar aquella figura a fuerza.


Después de algunas leves investigaciones, devolvieron la pintura a su sitio, el morbo y las reacciones que causaba, le hicieron permanecer colgada por mucho tiempo, al final, el chico se volvió famoso a través del arte, aunque no tal vez de la forma que hubiese querido…sobre la mujer que escapó del bosquejo y metió a su enamorado ahí, jamás se supo nada. Puede que se encuentre dentro de otro cuadro, esperando que alguien se acerque o vagando por las calles, buscando víctimas, para convertirlas en pinturas.