Ojos de Luna

por **ana maria** Lun 08 Jul 2019, 21:33

Ojos de Luna

Fue el primer día que te vi, allí sentada en aquel banco del parque. Era de noche, yo paseaba solitario como cada madrugada, sin razón, sin rumbo alguno. Lo hacía desde que mi última novia se marchó, aun la recordaba y me pasaba las noches tratando de olvidarla llorando y bebiendo. Decidí con el tiempo que lo mejor era airearme y lo hacía de noche para que nadie me viera, llorar a la luz de la luna es mejor que ante una botella de whisky..... o quizás no.

Caminaba como siempre, sin pensar en nada y de repente al levantar la cabeza te vi.
Nunca había nadie a esas horas en el parque, creí que era el único loco que vagaba a oscuras.
Me acerqué sigiloso, alguna sensación que aun no he conseguido saber que era me llevaba a ti, me atraía y yo no quise oponerme. Callado, sin decir una palabra me quede un rato parado a unos metros de ti. Te observaba absorto, embobado, diría que casi embrujado.

Solo te veía de perfil, vestías de azul: un ajustado pantalón vaquero, un jersey turquesa y un abrigo azul. Tu cara parecía esculpida por el mejor de los escultores griegos y tus curvas por algún ingeniero de carreteras algo loco y con unas copas de mas, dios mio que de curvas!! Una larga melena caía por tu espalda, ese pelo rizado me enredo mas en mis sueños y fantasías en aquel momento.

Así no se cuanto tiempo paso, quizá solo unos minutos o tal vez horas, no lo sé y tampoco me importa, me hubiera quedado allí toda la noche o toda la vida si no fuera por esa voz dulce que me despertó de mi letargo:

- Puedes sentarte si quieres
Eran las primeras palabras que escuchaba de esa princesa de cuentos hoy descubierta, la primera vez que escuchaba tu voz y no supe reaccionar. Paso un rato antes de que algún músculo de mi cuerpo se moviera, estaba petrificado, había visto tu cara, ¡Señor que hermosa eras!. Tu tez era blanca y fina, parecías una muñeca. Y tus ojos, nunca había visto unos ojos así, eran grandes, de color verde, tenían un brillo especial, todo el parque se iluminó cuando me miraste, parecían dos lunas engarzadas en la cara mas linda que ni dios pensó nunca que pudiera conseguir crear.

Me senté a tu lado y allí estuve hasta que amaneció, sin decir nada, mirándote de reojo y fascinado porque no podía creer que existiera algo tan bonito, parecías un ángel y yo solo quería morir para quedarme allí contigo.

Amaneció, te levantaste sin decir nada, te alejaste y cuando ya pensé que jamas volvería a verte, te volviste un segundo y me dijiste sonriendo:
- Hasta mañana
Al escuchar eso no me lo creía, esperé que te alejaras y comencé a saltar, a gritar a llorar y a reír. Aquella chica tan bella me había sonreído, mañana volvería sin falta.
El resto de la historia ya la conoces, volví a la noche siguiente y cada noche en aquellos meses en que nos conocimos.

Me enamoraste mi niña, olvidé las penas y se acabo la oscuridad, te amo. Aun doy gracias a Dios por compartir mi vida contigo. Te encanta que te cuente esta historia eh? siempre te ríes. Bueno creo que es hora de dormir, voy a apagar las luces, te espero fuera, en el jardín, sabes que me encanta ver en la oscuridad de la noche...tus ojos de luna.

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