Los Clips y las Grapas

por **ana maria** Miér 27 Nov 2019, 15:47

Los clips y las grapas

Los clips y las grapas no se llevan bien. No pueden ni verse. Todo viene de una mañana, en las oficinas de la poderosa MOR Company.

- Sr. Alvarado, el informe que me pidió lo grapo o simplemente lo pillo con un clip.

- Grápalo, por favor. Por cierto ¿qué tal si cenamos esta noche?

Esta conversación entre jefe y secretaria llegó como los restos de humo que el viento empuja, hasta el cajón del escritorio de Lucy, la secretaria. Lápices y bolígrafos, gomas y sacapuntas se miraron temiéndose lo peor, sabedores del enrarecido ambiente que reinaba por aquellos lares. Y la chispa saltó...

- Simplemente un clip, simplemente un clip.- balbuceó una de las grapas, provocando las risitas entre sus apretadas hermanas. Esto hizo que uno de los clips respondiera.

-¿Qué pasa? Un simple clip, ¿y qué?. Un simple clip vale más que todas vosotras juntas. Además sólo servís para un uso.

- Ja, ja y mil veces ja. Si ni siquiera haceis bien vuestro trabajo. Hasta un niño separa lo que vosotros unís.

- Pues de eso se trata, no somos como vosotras, agujereando todo lo que tocais.

- Porque somos más fuertes.

- Ya, y por eso vais todas juntas ¿no? Una de vosotras suelta no sirve para nada, o si no mira tu compañera de ahí.

En una esquina del cajón, una solitaria grapa levantó triste los ojos al oír como la aludían. Llevaba semanas allí, viendo a sus compañeras entrar continuamente en la 'gran máquina', prestas a realizar su gran viaje.

- Con 'grapi' ni te metas o te las verás conmigo, ella no tiene la culpa de haberse soltado.

- Se mete si quiere.- Un enorme clip plateado, algo doblado y abierto por mil usos dio un paso adelante. Al verlo, todas las grapas quedaron paradas por un momento, pero finalmente decidieron dar un castigo a los clips, pero tenían un problema, eran inofensivas sin la ayuda de la 'gran máquina', la grapadora. No tardaron en convencerla claro, estaban echas la una para las otras y viceversa. El resultado fue decenas de clips pegados al cajón por innumerables grapas.

- Sois unas abusonas, solas no servís para nada.

- Se siente, así vais a estar un buen rato, inútiles.

Lucy abrió el cajón, vio el espectáculo y preguntándose quién pudo haberse entretenido en hacer aquello, liberó a los clips de su esclavitud. Todo volvió a la calma. Tensa calma. Desde entonces, cada vez que en la oficina de MOR Company se oye ¡se han acabado las grapas!, dentro del cajón del escritorio se oye el tintineo que hacen los clips al bailar.

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