Maria y el Telefono Verde

por **ana maria** Dom 11 Oct 2020, 19:06

María y el Telefono Verde

María, tiene apenas cuarenta años. No tiene teléfono móvil, por lo menos hasta hace pocos días, porque hoy, día doce de junio, de mil cuatrocientos quince, siendo el primer jueves del año, hoy precisamente, le ha llegado por paquetería postal certificada, un paquete, que contiene un teléfono móvil. No se trata de un teléfono móvil convencional.

Lo que María ha recibido hoy, es un teléfono táctil, con docenas de melodías, GPS incorporado, conexión a internet por banda ancha de doce mega pixeles y trifásico ctv., con decodificador USB, para Tablet iPhone, con tecnología, multibanda y con pantalla de resolución cuaternaria, a escala multi estándar, que admite todo tipo de conexiones portuarias. Todas estas características, son interesantes y sin duda prácticas, pero lo que realmente más desea comprobar de su nuevo teléfono, es que sea de color verde.

Nada más abrir el paquete, comprueba que, el aparato sea de este color y efectivamente así es. Se trata de un color verde poco habitual, pero verde, en definitiva. María, desconoce por otro lado, que es alérgica al color verde, por lo que de inmediato sufre una catatonia y graves espasmos musculares a nivel hepático. La reacción alérgica es tan fuerte, que le estallan los tímpanos sin poder hacer nada para evitarlo. Acto seguido, su pelo cae de inmediato y sus rodillas se dislocan, girando ambas rótulas, en un sentido inverso a la dirección habitual de las agujas de un reloj.

María, casi desvanecida, no entiende aún que le sucede y piensa que todo es fruto de una indigestión de coliflor y pistachos silvestres. Recuerda entonces, que nunca en su vida ha comido ni coliflores ni pistachos, por lo que comienza a intuir, que es el color verde de su nuevo teléfono, el causante de todos estos síntomas de destripamiento corporal.

Ya es demasiado tarde para evitar males mayores, ya que la alegría, ha causado graves trastornos y cosas malas de genes podrido en su cuerpo. De repente, María explota por completo y de ella sólo queda el recuerdo de sus familiares y amigos más cercanos.

La reacción alérgica, ha desintegrado en su totalidad a María. No queda de ella ningún resto visible ni invisible, el cual colocar en un féretro. María, simplemente desapareció. No hay autopsia que practicar, porque no existe cuerpo ni resto de cuerpo alguno. Literalmente, desapareció.

Afortunadamente, todo quedó en un susto, porque varias horas más tarde, María apareció de repente, sana y salva y sin secuela alguna de la alergia, en una carretera, a las afueras de Valladolid, cerca de la escultura de Joan Menéndez, la del caballo de la batalla de Trafalgar.

Nadie se explica aún lo sucedido y todo el mundo se pregunta cómo es posible que María apareciese sana y salva, a cientos de kilómetros de distancia, después de haberse desintegrado en su casa, pocas horas antes.

María, fue interrogada por la policía de la zona y no pudo gesticular palabra alguna, ya que aún se encontraba en estado de stock, con la mirada perdida y con restos de pistachos silvestres entre sus manos y un trozo de coliflor en el bolsillo.

María, falleció doce días después de este suceso, víctima de un atropello, causado por un ciervo enloquecido, que se la llevó por delante, mientras paseaba por la zona comercial de Girona, cerca del polideportivo municipal de Burdeos.

Sus restos fueron trasladados hasta el tanatorio de Burgos, situado a las afueras del polígono industrial de Valle hermoso, localidad portuaria de la zona,
¡Sus restos fueron incinerados y poco más que contar!

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