No Estaba Soñando

por **ana maria** Jue 12 Nov 2020, 17:33

NO ESTABA SOÑANDO

Parecía que estaba soñando, o más bien flotando. No sabía hasta qué punto lo que estaba ocurriendo era real o producto de mi imaginación. Quizás deseaba tanto que esto me estuviera pasando que no me lo podía creer. Tenía miedo despertar y ver que todo había terminado, así que tardé un buen rato hasta que me decidí a abrir lentamente los ojos. Entonces me di cuenta de que no estaba soñando, sino que él estaba junto a mí y no dejaba de besarme, acariciarme y abrazarme. Hacía mucho tiempo que no nos veíamos.

De repente, todo volvía a ser como antes, antes de que nos separáramos, hace ya 6 meses, él seguía besándome tan dulcemente como siempre y pareciera que lo que ambos sentíamos no se había desvanecido a pesar del tiempo transcurrido.

Nos reencontramos de manera puramente casual. Yo venía de dar un paseo y me encontraba en la parada del autobús, esperando que éste llegase para regresar a mí casa, cuando, de repente, me llamó la atención el sonido del claxon de un coche y movimientos de la mano de alguien que se encontraba en el interior del vehículo. En un primer momento desconocí por completo quién era, recuerdo que incluso llegué a pensar que se trataba de un conocido del señor que estaba sentado a mi lado, un señor moreno de mediana edad.

Me parecía bastante extraño que esa persona se estuviera dirigiendo a mí, pero reconozco que empezaba a dudar. Así que decidí acercarme al coche para comprobar la identidad de esa persona, lo hice despacio y a cierta distancia pues no tenía la menor idea de quién podía ser. Cuando lo vi, no me lo podía creer, era el más bonito de los encuentros que hasta ahora he tenido en mi vida, era mi ex-novio, en ese instante mi corazón empezó a latir rápidamente y todos los momentos vividos con él volvieron inmediatamente a mi pensamiento.

Él me invitó a subir a su coche y luego me ofreció llevarme a mi casa. Estaba tan guapo como siempre, pero, sobre todo, me seguía tratando con el mismo cariño de siempre, con la misma ternura. Sonreía sin cesar y sus ojos negros estaban más brillantes que nunca. Su olor también era el mismo de siempre, llevaba la colonia que yo le regalé por el día de su cumpleaños.

El camino hacia mi casa me pareció muy rápido, quizás por las ganas que tenía de volver a verlo y por la animada conversación que tuvimos durante todo el trayecto. Y, justo cuando ya estábamos muy cerca de mi casa, él aparcó el coche y empezamos a besarnos intensamente, muy apasionados, Después de un rato así, yo me marché porque ya se hacía tarde, y él se despidió con un "chao", que me hubiera gustado más que fuera "hasta luego" o "hasta pronto".

Me quedé, por tanto, un poco insegura, sin saber si volveríamos a estar juntos de nuevo. Así que los días siguientes al encuentro me los pasé pensando en él una y otra vez, hasta que una semana después, él me llamó invitándome a salir, fui inmensamente feliz.

Nos volvimos a ver de nuevo ese día, otro y otro y aún hoy en día seguimos saliendo juntos, no sé cuánto durará, pero sí sé que me ha hecho la mujer más feliz del mundo, y cada momento que estoy con él es un regalo de Dios. Le doy las gracias.

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