El Perro Fiel

por **ana maria** Lun 15 Mayo 2023, 12:12

Leyenda maya del perro fiel

Había una vez un hombre que era sumamente pobre, era tan pobre que su calamidad hacia que siempre estuviera enfadado y siempre terminaba pagando su mal humor con su perro, al que maltrataba con mucha frecuencia.

De pronto, del centro de la tierra apareció un espíritu malicioso de la mitología maya, llamado Kakasbal y al ver el mal comportamiento de ese hombre, vio que en aquello tenía una oportunidad de sembrar su maldad.

Un día se presentó ante el perro maltratado y le dijo:

– He visto como tu amo te trata con crueldad y tu no mereces eso. Si quieres, yo estoy dispuesto a ayudarte para que escapes de él.

Pero el can le respondió: – No gracias ¡Debo serle fiel!

– ¿Es que acaso no te das cuenta que ese humano te hace la vida miserable? Le replico Kakasbal
– Lo sé, pero le debo fidelidad.
– Él es un mal hombre y nunca te agradecerá tu fidelidad. Le dijo el espíritu.

De este modo, la conversación se prolongó hasta que el malévolo Kakasbal logro convencer al perro.

El perro ya había accedido a que Kakasbal le diera su libertad, pero tuvo curiosidad y le preguntó al espíritu: – Dime ¿Qué debo de hacer a cambio de mi libertad?

Kakasbal en una actitud relajada y sombría le contestó: – El precio de tu libertad, es entregarme tu alma.

El perro se asombró, pero pudo contestarle de una forma muy ágil e ingeniosa, de la siguiente manera:

– Te entregaré mi alma, con la condición que digas cuántos pelos tengo.

El espíritu maligno acepto el reto y comenzó a contar los pelos del perro desde la cabeza, pero cuando llegaba a los pelos de la cola, el perro saltaba para evitar que Kaskabal logrará terminar.

– El perro hacia esto con mucha astucia, porque estaba comprometido con la fidelidad que profesaba hacia su amo.

Cada vez que el espíritu malvado llegaba a la cola, el perro se revolvía y el demonio perdía la cuenta. Esto paso cincuenta veces y Kaskabal cansado, le dijo:

– Dejemos esto hasta aquí, me doy cuenta que nunca conseguiré contar tus pelos . Además, acabas de darme una lección… Entendí que es un millón de veces más fácil comprar el alma de un hombre que el de un perro.

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