Mi Hombre de Chocolate

por **ana maria** Jue 12 Sep 2019, 16:06

Mi Hombre de Chocolate

No era una amante de los chocolates hasta que conocí a Jorge mi esposo. A él le fascinaban. Incluso a veces peleaba con él por comer tanto chocolate. Temía por su salud.
En mi cumpleaños me regalo un enorme oso de peluche, por un momento me hizo regresar a mi infancia, pero también me sorprendió su obsequio, pues esta vez no había sido otra de sus tortas de chocolate. Recuerdo que hace unos dos meses me llevo un helado de vainilla con chispas de “chocolate” a mi trabajo. Estaba empezando a creer que mi querido esposo deseaba convertirme en una adicta al chocolate.

Todas las mañanas salíamos a trotar al parque. Nos divertíamos y disfrutábamos de las cosas más simples de la vida. Jorge había llegado a mi vida como un regalo de Dios para alegrar mis días de soledad.

Al estar cerca de cumplir nuestro segundo aniversario de casados, Jorge decidió desaparecerse por unos días, uno de sus amigos me conto, que él me estaba preparando una sorpresa muy especial en nuestro apartamento. Al llegar el día del aniversario, justo ese mismo día, mi jefe me dejo trabajando hasta tarde en unos informes contables. No tuve tiempo de avisarle a mi esposo que llegaría unas horas más tarde.

Al revisar mi celular, vio un mensaje de él, en el cual me decía que regresara urgentemente a la casa. Me lo envió a las 7:00 pm, La verdad yo ya sabía de qué se trataba todo. Así que no sería una sorpresa para mí…

El reloj marcaba las 10:30 pm, Conduje hasta a nuestro apartamento. Al entrar vi que todo estaba oscuro, excepto las escaleras del fondo, estaban adornadas a cada lado con velones rojos. Había en el aire un intenso olor a chocolate. Era tan intensa la aroma a dulce, que lograba hostigar mi olfato.
Subí los escalones lentamente… el olor se intensificaba a medida que mis pasos avanzaban. Llegue al último escalón, Me detuve frente a la puerta de su habitación. Intente fingir cara de asombro antes de girar la perilla de la puerta…

Vaya que no necesite fingir nada, pues Jorge me había sorprendido. Velas alrededor decoraban el cuarto, en la cama y sobre el piso, habían pétalos de rosas rojas esparcidos. Cuando giro mi cabeza hacia una esquina de la habitación… me lleve un gran susto, al ver una figura humana hecha de chocolate. Al acercarme a ella note un pequeño papel adherido a su pecho.

Este decía:
“POR FAVOR, COME ME”

Pensé que se trataba de mi marido quien estaba dentro de ella. Jorge había tenido una idea muy original para nuestro aniversario, aunque no era del todo fanática del chocolate, me arriesgue a probar solo un poco… no mucho, La cubierta de chocolate se estaba derritiendo debido al calor de las velas.
Después empecé a retirar con mis manos el resto de chocolate que quedaba, logre ver el rostro de Jorge… pero algo no andaba bien, Su cara se tornaba de color purpura, había dejado de respirar…

Por haber estado tantas horas dentro de esa estatua, se había asfixiado… ahora mi hombre de chocolate se había convertido en un cadáver de chocolate, saque la conclusión de que tal vez por no arruinar esta maravillosa sorpresa, decidió aguantar unos minutos más a mi regreso. Pero fracaso en el intento.
Desde ese horrible día, no quise saber nunca más sobre chocolates ni de ningún producto hecho a base de cacao. ya que me recordaban la muerte de mi querido hombre de chocolate.
Yazmin Schwery Rivera

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