El Hombre del Televisor

por **ana maria** Dom 03 Ene 2021, 16:59

El hombre del televisor

El desagradable pitido de la carta de ajuste que aparece en el televisor despierta a Mario, que dormita en el sofá de su ático en uno de los edificios más lujosos de la ciudad. Es corredor de bolsa, ha estado todo el día trabajando y se ha quedado dormido viendo el espectáculo de chicas en el canal de pago.

Entreabre los ojos, busca a tientas el mando a distancia entre los cojines de su lado, y bosteza. Echa una ojeada a su reloj y ve turbiamente que son más de las dos de la madrugada. Pulsa el botón del mando a distancia, pero el televisor no se apaga. La carta de ajuste y su pitido agudo no desaparecen. Vuelve a apretar el botón, y nada. Suelta una maldición sobre las pilas del mando y se levanta tambaleándose de un lado a otro. Se acerca al televisor y pulsa el interruptor. La caja queda sumida en absoluta oscuridad. Se da la vuelta, arrastra los pies hasta el sofá y vuelve a sentarse en la misma posición en la que había quedado dormido.

De repente, el televisor se enciende.

La imagen ahora no es la carta de ajuste del canal de pago, sino que muestra un vestíbulo de un edificio. Lo reconoce de inmediato. Es su edificio. Mario se frota los ojos con la manga de su camisa y mira al televisor. Hay un hombre al fondo de la imagen. Está envuelto en una gabardina que le cubre la cabeza y además lleva un sombrero de ala larga. No sabe quien es, y tampoco le preocupa en absoluto.

Se vuelve a levantar y aprieta de nuevo el botón del televisor, aunque esta vez no ocurre nada. Sigue encendido. Lo aprieta otra vez, pero el maldito aparato no se apaga.
Aparta las cortinas, busca el cable del aparato, lo sigue hasta llegar al enchufe de la pared y tira de la conexión. La imagen sigue intacta, el televisor sigue encendido sin corriente eléctrica. Mario se asusta. No comprende lo que está ocurriendo. Se acerca a la pantalla y observa lo que ocurre en su interior. El hombre de la gabardina se ha acercado a las escaleras del edificio y comienza a subir. La cámara que lo graba sigue a ese hombre en la ascensión.

Mario se sienta en el sofá y coge el mando entre sus manos. Pulsa varios botones pero el hombre sigue subiendo escalones de dos en dos. A cada tramo de 14 escalones hay un descansillo, y a cada dos hay una puerta que da al vestíbulo de cada planta. Mario los ha contado más de mil veces.

Después de unos minutos subiendo, el hombre de la gabardina se detiene en el piso decimotercero. Es la planta de Mario. En cuanto la cámara pase por la puerta de incendios que da al vestíbulo de dicha planta, se verá en pantalla la puerta del apartamento de Mario. Un instante después, eso ocurre. La puerta doble de madera de roble queda en el centro de la imagen. El hombre de la gabardina se acerca a la puerta y...

Mario se levanta de un respingo al oír que llaman a su puerta. El corazón le late como si fuera a salirse de su caja torácica. Respira a grandes bocanadas y no sabe qué hacer. Vuelven a llamar, golpes de nudillos sobre la madera. Mario da unos pasos hacia la puerta, vacila antes de dar unos cuantos más. La llamada es insistente, en la imagen del televisor se ve al hombre llamando sin parar y Mario escucha perfectamente los golpes en su propia puerta. Está muerto de miedo, pero su naturaleza humana lo induce a abrir.

Da tres pasos más, y abre la puerta:

––¿Quién es?

Lun	Mar	Miér	Jue	Vie	Sáb	Dom
		1	2	3	4	5
6	7	8	9	10	11	12
13	14	15	16	17	18	19
20	21	22	23	24	25	26
27	28	29	30	31